La historia de los vertebrados

Durante siglos hemos sido los hombres los que hemos escrito sobre el sufrimiento de las madres. Desde el relato de los evangelistas del dolor de María hasta las teorías y explicaciones formuladas por la psicología y la medicina actuales, la mirada ha sido eminentemente masculina. Por eso, como profesional sanitario varón educado en una cultura cristiana y heteropatriarcal, ha sido muy reveladora para mí la mirada que Mar García Puig plasma en su muy recomendable libro «La historia de los vertebrados». La autora va trenzando el relato de su angustia personal tras ser madre de gemelos y su experiencia con diferentes profesionales, con referencias literarias, pinturas y fragmentos de las historias clínicas de decenas de mujeres que han visto alterada su salud mental tras ser madres. Al igual que la poeta Anne Sexton, nos regala su generoso testimonio como parte de su compromiso político con la esperanza de que otras mujeres, al reconocerse en sus palabras, encuentren en ellas perdón y se sientan menos solas. 

Ya casi al final de la obra, nos aclara que los profesionales tenemos explicaciones acerca de porqué las mujeres acuden más a nuestras consultas o consumen más psicofármacos, pero «si preguntamos a las mujeres (…) añadirán también que, por su experiencia, todo en nosotras es susceptible de leerse como locura». Pocas experiencias humanas deben revolucionar la existencia, el cuerpo, las relaciones con los demás y la perspectiva del futuro como la maternidad. La mirada de los profesionales y de la sociedad en su conjunto ha oscilado desde la expectativa irreal de abnegación y entrega sobrehumanas a la estigmatización, culpabilización y patologización de las madres que no se ajustaban al estándar emocional y comportamental esperado. La literatura es un espejo y una fuente de conocimiento que lxs psicólogxs, por más confianza que tengamos en la evidencia científica, no podemos ignorar. Obras como la de Mar García nos iluminan y nos permiten reubicarnos en un lugar más sabio y compasivo desde el que mirar a nuestras pacientes.